lunes, 17 de marzo de 2014

Regreso del interior

Las metáforas del interior y el exterior son trilladas, pero imbatibles.
Después de un período de ensimismamiento, por cosas de la vida y de la muerte (que son la misma), salí al exterior. Al exterior de mí, de mi deseo. Hacia mí y mi deseo. De otras gentes y lugares.
De a poco, lo que se puede.
Lo más importante: proyectando más exteriores.
Hacía mucho que no iba a la playa. Ir a la playa en nuestro idioma porteño es ir a nuestra costa atlántica, la vacación familiar, casera, consabida y popular.
Y allí, a ver el mar, a ver si está, si sigue estando. Y estaba.
                                          Lluvia en la ruta
                                          Dunas
                                          Atardecer ventoso